Es fundamental poner el amor del niño como lo más importante, incluso antes de las diferencias de los adultos.
Es clarísimo que se separan las parejas, pero por siempre y para siempre seremos los padres de Juan o de Lucas.
Así que es necesario una conversación abierta y respetuosa para trabajar en los mismos límites y mantener las mismas rutinas. Es ideal que la conexión, vínculo y amor sea equitativo entre ambos padres, pero también es necesario que los límites sean los mismos en ambas casas.
No se trata de que estudio y tengo responsabilidades en casa de mamá y cuando estoy en casa de papá es como estar en el parque de diversiones. Se trata de equidad y compartir el amor y las responsabilidades. Acá se trata de evitarles más dolor a los niños, no es competencia; es amor y responsabilidad, es madurez.
Recomiendo.
- Ponernos de acuerdo en las rutinas de entre semana y de fin de semana, deben ser iguales o muy similares en ambos casos. Los límites dan estructura y seguridad.
- Los niños necesitan responsabilidades en ambas casas (de acuerdo con su edad y momento evolutivo).
- Si no logran los padres ponerse de acuerdo y conversar como personas maduras, es necesario incluir un especialista que los apoye en esta tarea.
- Evitar premios y/o castigos (tener una acuerdo claro en esto).
- No competir entre los padres, los niños necesitan el amor de ambos y escoger uno.
- No hablar mal del padre ausente jamás, los temas de adultos son de adultos. No use a los niños para enviar mensajes.
- Usar la anticipación.
- Aprender a contener al niño en momentos de explosión emocional (ira).
- Brindar opciones.
- Enfóquese en los positivo.
- Si existe un problema grande de conducta (como es muy usual después de un divorcio), hablen los padres para buscar opciones de apoyar al hijo.
- Reconozca los progresos del niño. Enfócate en el camino y no en la meta.
- Los niños jamás deben sentir que es su culpa la separación, deben sentir que son amados por encima de todas las circunstancias.
- Es importante tener tiempo especial del niño con su papá y con su mamá en forma independiente, mínimo media hora a la semana.
- Psicoterapia para los adultos en muy recomendable. Ya que para tener niños sanos emocionalmente, se necesitan padres estables y felices, o sea plenos.